Sunday, September 11, 2005

Impresiones de Septiembre

11 de septiembre…casi ni me he dado cuenta como pasa el tiempo, y llegamos al mentado día, un día que da para mucho, tanto por los hechos ocurridos en el 73 y en 2001. Pero en este caso me voy a referir a nuestro país, a 32 años de ese martes que cambió para siempre la historia más reciente, donde unos fueron felices, otros con rabia, y otros que se perdieron para siempre en el horizonte de sus ideales…y de los que nunca más se supo. No voy a entrar a disparar contra los culpables, todos sabemos quienes fueron y que ojalá algún día sean castigados…en esta oportunidad quiero escribir sobre el abrupto término de la actividad artística en el país, una de las consecuencias más inmediatas del golpe. Para muchos el gobierno de Allende puede haber sido una porquería, la peor pesadilla vivida, pero lo que nadie puede negar es que en esos mil días el desarrollo que tuvo nuestra cultura fue impresionante, de una calidad tremenda. Vamos viendo por partes: los murales, las brigadas Elmo Catalán y Ramona Parra, que con su trabajo fueron un aspecto fundamental de esos turbulentos años. Los diseños, inmortales, así como hablamos de Andy Warhol, deberíamos dar cabida en nuestro léxico a todos estos jóvenes, que marcaron un estilo nunca superado y que buscaban expresar, pincel en mano, sus ideales y pensamientos.
Ni hablar de los hermanos Vicente y Antonio Larrea, quienes marcaron un antes y un después con los diseños de las carátulas de la Dicap, Vicho en los dibujos y Toño en las fotografías. No solamente se trataba de una música alucinante, sino que se podía además disfrutar de las portadas de los discos, situación que algunos grupos actuales han tratado de emular, recordemos la portada de “La Culpa” de Los Bunkers, que posee un diseño similar. Ya que estamos en este tema, vamos a la Nueva Canción Chilena, movimiento que comienza con la gran Violeta, pero que vive su punto más alto entre el 70 y el 73, donde se editan quizás las obras mas importantes de la música nacional, como “Autores Chilenos” de Inti Illimani, “El Derecho de Vivir en Paz” de Víctor Jara o la “Cantata Santa María de Iquique” de Quilapayún. Obras que mostraban el nuevo camino de la música chilena, ya que la nueva canción, más allá de ser considerada panfletaria, demostraba la calidad de los artistas y lo visionarios que estos eran. Para muestra un botón: a quien se le había ocurrido hacer un tema folclórico con improvisación pura como es el caso de “El derecho de vivir en paz” de Víctor Jara junto a Los Blops…quien sabe que hubiera pasado si ese 11 de septiembre nunca hubiera llegado. Quizás seríamos mucho más respetados a nivel mundial, y nuestros artistas muy valorados, ya que es obvio que en Chile no se les da la importancia que realmente tienen. Yo, al menos, se las doy: cuando me tocó entrevistar a Horacio Salinas el año pasado, fue equivalente a entrevistar a Waters o John Lennon (guardando las proporciones). Un tipo alucinante, un artista de primera línea, conocerlo significó respetar aún más su trabajo y el aporte de Inti Illimani a la música mundial.

Al escuchar a todos estos músicos y estas grandes canciones, siento un poco lo mismo que al ver Machuca, en la escena en que Infante llega al campamento donde vive su amigo y está allanado por los militares: una serie de sentimientos encontrados. Es una lástima que esto no se haya podido seguir desarrollando, pero al menos, los legados están, el golpe no destruyó a los artistas y sus legados son inmortales. Ese es el mejor consuelo, demuestra con creces lo que decía Víctor Jara: que “íbamos por ancho camino”

1 Comments:

Blogger cristóbal said...

Emilito: simplemente, la mejor columna que he leído.
Grande, tremenda, con una sintonía emotiva que impresiona.
Concuerdo absolutamente con lo que dices, y de la forma que lo expones.
Notable.
Fecilitaciones

11:36 PM

 

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