....y así con la micros...

Hoy ocurrió algo que es digno de contar, toménlo como crítica o como una simple historia del pobre universitario de provincia que día a día lucha por hacer de Santiago una ciudad más amigable. Clases a las 8 de la mañana, Arte y Cultura, ramo en el que participo más de lo normal…vamos a clases, total ya falté ayer y bueno, hay que regirse por el 50 % de asistencia. Salí a las 7:15 del dpto, pensando, es buena hora para llegar abajo a un tiempo razonable…pfff, las micros llenas, gente colgando, unas viejas empujando a la subida de la micro..pasan como 3 vacías y los choferes, tan amables como siempre, pasan de largo sin siquiera pensar en el weón que ya había cambiado el alegre disco de los Monkees por uno de Deep Purple, más potente y apto para empezar a masticar la mierda de lo que significa esperar transporte tanto rato…bueno, pensé, falta el busecito salvador de los recorridos gratuitos de Ñuñoa, que al menos acerca hasta Vicuña, donde es más fácil conseguir otro medio de transporte. Pasa el bus, repleto hasta las masas, y me quedo pensando otro rato más, qué hago, vuelvo a tomarme un café o sigo en esta inútil espero. Al final pasa la bendita 212, a las 8:20 de la mañana, con el chofer echando la foca con el típico discurso “avancen por el pasillo”, lógicamente en un tono nada de agradable la micro voy pensando todo el rato que ya es imposible entrar a clases, un descaro llegar 15 minutos antes de que la hora termine, así que opto por irme al casino a fumar un cigarro y leer. Pero que weá más grande, no sé en qué momento se llenan tanto las micros, como también me gustaría prenderle velas al tarado mental que se le ocurrió sacar micros del recorrido habitual. La cosa para este sector ya se está tornando crónica, y como tampoco se trata de ir con una pata afuera de la micro, como se ven reiterados casos, es mejor esperar. Ojalá que con el TranSantiago la cosa se arregle un poco, quien sabe, al menos que haya más espacio en la locomoción, porque además hay que agregar el hecho de que al subir a la micro es el circo romano, todos apretados, y no falta el pelotudo que se le ocurre pasar entre medio de todos empujando para acercarse más a la mitad de la micro…mentalidad estúpida. Por hoy pasa, total no tenía prueba, pero qué va a pasar el día que si tenga que estar a las 8 o’clock en la U??? Lamentablemente ya no se trata de levantarse más temprano…