Sunday, January 15, 2006

Homenaje a Gato

Hoy es un día especial para el rock nacional. Aunque se trata de una jornada en que lo único que nos ha inundado han sido las noticias de las elecciones presidenciales, tema que evidentemente da para un comentario en este blog (ya se viene) se trata del aniversario número 3 de la partida del gran Eduardo Gato Alquinta, el vocalista y guitarrista de Los Jaivas. Todavía me acuerdo el momento en que mi vieja me va a contar a mi pieza que en la radio acaban de anunciar tan lamentable suceso. Obviamente como muchos me negué a creerlo. Gato era de esos personajes que en muchas ocasiones llegué a pensar que era inmortal, o sea, como se iba a morir Gato!!! Por otra parte, era demasiada desgracia para tal vez el grupo de rock más importante de nuestro país, luego de la partida hacía varios años de Gabriel, el batero, y a mi parecer, el líder natural de la banda. Finalmente, cuando ya habían pasado las horas, no quedaba más que convencerse de esta fatalidad.

Los Jaivas han sido una de las bandas más importantes en mi vida. Reconozco que en un principio, no los pescaba mucho, situación que cambió radicalmente cuando me empecé a interesar en serio en la música y sobre todo, en explorar el abanico de posibilidades que entrega la música chilena. Siempre me llamó la atención la forma de tocar de Alquinta, el sonido que le sacaba a su Les Paul negra, a veces con algunas imprecisiones en lo que se refiere a las estructuras musicales, pero qué importa, era un tipo que tocaba con puro sentimiento, dejaba fluir su inspiración a través de las notas, y también se trataba de una de las mejores voces del rock.

Por otra parte, Los Jaivas fueron quienes levaron nuestra música por todo el mundo, no olvidemos que Gabriel fue llamado el tercer mejor baterista de todos los tiempos, y las canciones han recorrido el mundo entero. Para redondear esta idea, fueron quienes hicieron un disco sobre los poemas de Neruda, una parte de su Canto General llamado “Alturas de Macchu Picchu”, que se ha transformado en un clásico y en una de las mejores interpretaciones sobre textos literarios que se haya hecho.

Por todo esto, me negaba a creer que Gato no estaría más entre nosotros. Han pasado 3 años, y su presencia se sigue extrañando. Recuerdo el día en que vi a Los Jaivas presentando las alturas, en el Teatro Oriente, octubre de 2004, donde uno esperaba escuchar, como una ilusión, la voz de Alquinta en “Sube a nacer conmigo hermano”, quizás su cúspide a nivel vocal. A pesar de que la banda ha demostrado que el show debe continuar y que ellos forman una unidad indestructible, se nota la ausencia de este magnifico músico, un tipo que en su juventud dejó sus estudios para dedicarse a la música, que escribió canciones que a muchos nos han marcado en algún momento de nuestras vidas. Si bien su vida se apagó a mi juicio antes de tiempo, su legado es tremendo, y los hechos demuestran que ha pasado a la historia como uno de los mejores y más importantes exponentes de la cultura chilena. Viva Gato, y por qué también no decirlo, larga vida a Los Jaivas.

Para los que no lo saben, mi tesis será sobre esta banda nacional, creo que a través de ese trabajo podré expresar todo lo que significa su trabajo, sus integrantes, y aunque el camino que queda por delante es largo, me siento afortunado de poder hacer un trabajo de esta envergadura sobre un tema que me apasiona y que quedará como testimonio de la pasión que significa la música y el rock en general. Eso sería, saludos a todos los lectores de mi blog.