Tuesday, September 05, 2006

Un Pequeño Homenaje...

Septiembre, mes de la patria. En lo que respecta a mi persona, es un mes especial, donde el espíritu nacionalista sale hasta por los poros. Además, es una época que me trae muy buenos recuerdos, ya que todos los años, el 18 trae algo especial. Quien sabe si este años será la excepción….ahí veremos.

Pero esta columna tiene un motivo especial: escribir sobre uno de los grandes artistas de nuestro país: Víctor jara, quien representó fielmente al Chile de toda una época, y que también, partió en este mes por los motivos que todos conocemos. Pero no me quiero ir por se lado, que se encuentra bastante repetido y a estas alturas, no tiene sentido seguir en la misma. Requiero ir por el lado artístico, y de un ejemplo para todos los tiempos.

Jara nació en Lonquén, una localidad cercana a Santiago, y cuando era muy pequeña, se vino a la capital en compañía de su madre y hermanos. La mayor parte de su infancia y adolescencia vivió en una casan que se encuentra cerca del Terminal de buses de la Alameda. Es acá donde surgen todas sus inquietudes artísticas, las que se vieron realizadas cuando entró a estudiar teatro a la universidad de Chile. El resto, es historia: el tipo se perfila como de los actores y directores más populares de las décadas del 50 y 60, trabajando codo a codo con artistas de la talla de Alejandro Sieveking o Nelson Villagra, por nombrar algunos, y obras como “Parecido a la Felicidad” y “La Remolienda”, en las cuales participó, se transforman en clásicos de las tablas nacionales.

Es en estos tiempos cuando comienza a cantar junto al “Cuncumén”, conjunto de raíz folclórico, dedicado también a la investigación en los campos, y acá canta por primera vez. Así toma confianza en este oficio, hasta que edita su primer LP en 1966, donde se incluyen canciones de su autoría. También se ve inmerso en toda la efervescencia social de aquellos años, con una conciencia sobre el mundo que lo rodeaba y además, años en que la actividad cultural en nuestro país tiene un auge impresionante, nunca más vuelto a ver. Que lindo hubiera sido vivir en esos años, cuando estaba todo el cuento en el Parque Forestal, las peñas en las universidades y donde los Parra, y también, el mundo paralelo que existía en Valparaíso.

En 1969, lanza su mejor disco a mi parecer: “Pongo en Tus manos Abiertas”, acompañado por los Quilapayún, y donde las canciones tenían un fuerte contenido social pero también, había lugar para temas tan excelentes como “Te Recuerdo Amanda” o “Duerme negrito”. Es una obra de arte esta placa, y el preámbulo para sus posteriores composiciones.

4 de septiembre del 70: Allende gana las elecciones, y unos meses más tarde, comienza el gobierno de la Unidad Popular. Evidentemente, todos los músicos que comulgaban con la ideología son ahora artistas del estado y embajadores culturales. Es el caso de Víctor, quien viaja por todo el mundo, y trabaja en Chile en teatro, música y como director de la DICAP entre otras actividades.

1971 es otro año crucial: compone la música incidental para Televisión Nacional (Charagua, grabada por Inti Illimani) y sale “El derecho de Vivir En Paz” su disco más ambicioso, donde toca junto a los Blops, y realizan en conjunto el tema que le da titulo al álbum, una de las obras más vanguardistas e indispensables de esos tiempos. Acá podemos ver todo el potencial de Jara en la composición, y lo arriesgado que era: a quien se le había ocurrido llamar a un grupo con claras tendencias progresivas a participar de un disco folclórico. Cuando entrevisté a Eduardo Gatti, hace algunos años, me contó que ellos llegaron al estudio, y Jara les dijo que improvisaran sobre la base. Y quedó esta maravilla.

Y llega el Golpe…y lo que todos sabemos…”Canto que ha sido valiente, siempre será canción nueva”

Víctor Jara, junto con Violeta Parra, son a mi parecer de los artistas más importantes e nuestro Chile. Juntos crearon todo un género musical y una forma de hacer canciones que ha marcado los destinos sonoros de esta tierra. Creo que debemos quedarnos cono todo su legado artístico, más que verlo como mártir. Es un hombre que ha trascendido las fronteras, que ha dejado el nombre de Chile muy bien puesto en todos lados, que creo obras indispensables para la historia, y cuyo aporte nunca podrá ser borrado.

Aún recuerdo cuando encontré en mi casa vinilos de la DICAP y, entre ellos, estaba “Pongo En Tus manos Abiertas”. Nunca había escuchado a Jara antes, y desde el primer momento, caché que sería un disco esencial en mi existencia como melómano. Hoy me puedo declarar un fanático de su obra, a pesar de que hay cosas que encuentro que no son de lo mejor, pero, nadie es perfecto. El tipo, con su canto y su música, transforma, emociona…y con eso hay que quedarse.

Sea este un sentido homenaje a uno de los grandes de Chile…en Septiembre, junto con los asados, las empanadas y los buenos momentos, recomiendo escuchar algún disco de Víctor Jara.

1 Comments:

Blogger Stephanie Moller. said...

septiembre es el mejor mes del año.. .. no sólo por el 18, sino porque comienzan los dias soleados (aca en el sureee), la primavera se acerca, y mi cumpleaños se hace presente
OJAOJSAJOoja.. todo bien

respecto a Victor Jara no hay mucho mas que decir. Maestro talentoso y humilde.

saludos!

8:27 PM

 

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