Friday, October 26, 2007

Y los vimos volver...

Dentro de mi trayectoria melómana, una constante han sido las disoluciones de los grupos que más han marcado mi existencia en este ámbito. Cuando los Beatles se separaron ni siquiera estaba en el más remoto proyecto mi nacimiento. Cuando ocurrió lo mismo con Pink Floyd (aunque en rigor nunca hubo una separación oficial) tenía pocos años de vida. Pero sí recuerdo perfectamente lo ocurrido en 1997, año en que se anunció el fin de una de las bandas que más había marcado esa etapa de mi vida, Soda Stereo. Me acuerdo que fue potente el impacto de este hecho, porque era un tiempo en que rayaba con el trío argentino, además hacía un poco más de un año habían editado el gran “Sueño Stereo”, que es uno de sus mejores discos. Entonces, evidentemente, todos pensábamos que quedaba Soda para rato…craso error. Y cuando vino la gira de despedida, con un histórico concierto en Santiago en septiembre de ese año, muchos quedamos con la vena por no haber podido estar presentes por diversas razones (distancia, lucas, bla bla bla).

Pero como en estas historias no todo es trágico, tuvieron que transcurrir diez años para que se limaran las asperezas entre sus integrantes (o que el cheque que les pusieran enfrente fuera cada vez con más ceros…no voy a referirme a eso) y la banda volviera en gloria y majestad. Obviamente cuando me enteré del retorno pensé inmediatamente en que tenía que estar ahí. Y la espera fue de más de tres meses desde la adquisición de la entrada, pero como no hay plazo que no se cumpla, el día de ayer pudimos disfrutar de uno de los mejores conciertos del año en Chile.

Así fue como alrededor de las 4 de la tarde llegué al estadio, con la respectiva botellita de agua para el calor, que obviamente los pacos requisaron en la entrada. Para entretenerse por mientras, cigarros, conversación, risas y las “Criollitas” aportadas por la Mix. Demás está mencionar que la música que salía por los parlantes del Nacional fue muy mal escogida, pero en fin...A partir de las 19:15 aprox, todos los que estábamos en cancha nos encontramos de pronto en una serie de empujones, saltos, gritos y evidentemente, como lata de sardinas…lógico, sin eso no es Rock.


A las 21 se apagaron las luces del estadio y se produce la catarsis colectiva cuando aparecen en el escenario Cerati, Zeta y Alberti. Con la parada de rockstar del líder, saludó al público y empezó la fiesta. No podían haber escogido un puntapié inicial más certero que con “Juegos de Seducción”, el clásico track de 1985 que fue coreado por todos. A continuación más piezas de colección, “Tele K” e “Imágenes Retro”, ambas del primer disco, y luego una de las sorpresas (para mí al menos): “Texturas”, la rockera canción que cierra el “Dynamo”…tremenda demostración de power, seguida en la misma onda por “Hombre al Agua”.

Y a continuación uno de los temas que todos esperábamos escuchar, como no, “La ciudad de la furia”, la raja, una versión excelente, basada en la original con una que otra variación. “Picnic en el 4 B” siguió la buena onda, para luego llegar a otro gran momento, con “Zoom” y tal como en el (Un) Plugged, seguida de “Cuando pase el temblor”, momento en que el estadio casi se vino abajo, con esta obra que a muchos nos ha marcado por años, esta vez con una estructura final de reggaeton, un poco riéndose de ese apestoso “estilo musical”.
“Final Caja Negra” demostró que estábamos en un concierto en gran medida para los fanáticos de Soda, ya que no es algo que haya sido conocido a un nivel tan masivo- “Trátame Suavemente” fue la nota suave de la noche, en que uno se daba vuelta y se veía la “galucha” alumbrada totalmente por encendedores y celulares…muy sublime y por cierto, una buenísima interpretación, más lenta que la original, que también creaba una atmósfera más reflexiva. “Signos” fue algo tremendo, que me transportó a la niñez osornina, cuando el grupo recién empezaba a gustarme. Basada estrictamente en el esquema en que fue concebida, resultó magistral. “Sobredosis de TV” y “Danza Rota” siguieron con la nostalgia, coreadas y saltadas por todos, a pesar de la caída de carnet potentísima. Pero con “Persiana Americana” definitivamente quedó la cagada, la cancha no paró de saltar, o te unías o te unías, así de corta, era imposible quedarse quieto, aunque a estas alturas el cansancio de estar tantas horas de pie empezaba a notarse…pero daba lo mismo, después habría tiempo para descansar.


“Fue” y “En remolinos” volvieron hacia lo más desconocido del trío, en mi caso, la primera es una de mis canciones preferidas, fue grandioso haberla podido escuchar y disfrutar. Y con “Primavera 0” se armó de nuevo la fiesta, con ese riff clásico y un Cerati inspiradísimo al momento de los solos, rockeando en mala y corriendo por el escenario, lo que se repitió con “No existes” y sobre todo, “Sueles Dejarme Solo”, otra joyita para los fans más acérrimos. “En el séptimo día” continuó, excelente, un sonido potente, y una cohesión grandiosa entre los músicos.

Y para el final oficial, dos temones: “Un millón de años luz”,que a mi juicio es de lo mejor que ha hecho Cerati en toda su carrera, una pieza llena de mística y que fue recibida de igual forma. Evidentemente ya se venía “De Música Ligera”…quién no conoce esta canción! Y por cierto, quien no iba a saltar, empujar, hacerse amigo de los locos que estaban al lado y demases. Con esto Soda se fue, pero como todos queríamos más, volvieron con la excelente “Disco eterno”, “Cae el Sol” y “Prófugos”, otra sorpresa de la noche porque tampoco esperaba que estuviera presente en el set list. Nueva ida y vuelta al escenario, para rematar con la balada “Zona de promesas” y, siguiendo la tendencia del principio, “Nada personal”.



El concierto, que duró más de 2 horas y media fue de una gran calidad, con música de primer nivel, e iluminación idem, pero de todos modos, todo estaba más concentrado en el show sonoro que visual. Los tipos siguen tocando tan bien como antes, o quizás mejor, y Cerati demuestra un carisma impresionante con la audiencia. Pero se extraña esa camaradería que existía antes, se nota que las personalidades han cambiado y que cada uno transita por rumbos diferentes. Pero lo que importa sigue siendo la música y se agradece que exista una entrega de tales proporciones, porque no cualquier artista se manda un concierto de 28 canciones. Ahora, si me preguntan si esto podrá seguir, o sea, con discos nuevos y all that stuff, no sabría responder…y las canciones que faltaron, que a mi juicio eran esenciales son las siguientes:

- Corazón delator
- La cúpula
- Paseando por Roma
- Canción animal

Aún así, un 7 de nota final…más que aprobado el examen.

Tuesday, October 16, 2007

El Post Vintage

Saludos terrícolas. Hace mucho tiempo que no actualizaba esta cosa, las razones han sido varias: pega en demasía, fin de todo el proceso universitario (léase Tesis y Examen de Grado entre otros tópicos) falta de tiempo, o por qué no decirlo, falta de ganas también. Y como la verdad no tengo muy claro sobre qué escribir, me referiré a un fenómeno que se ha dado en repetidas ocasiones en mi persona durante los meses más recientes. Porque cada vez me están preocupando más las caídas de carnet que he tenido, el otro día alguien por ahí me dijo: “Se te está cayendo el carnet en mala en el último tiempo”…y la verdad, no es mentira, no tengo claro a qué se debe, ¿me estaré poniendo viejo? O probablemente sea ese cliché de que “todo tiempo pasado fue mejor”. No es que los de ahora sean malos, todo lo contrario, pero como hay que seguir en dicha dinámica, he aquí una lista de cosas de las cuales me he ido acordando y por cierto, poniéndolas como tema de conversación en las juntas o carretes.



Hootie & The Blowfish

Los años noventa: Hace un par de días, estábamos en una junta con amigos cuando de repente, la Rock & Pop comenzó a programar una serie de canciones de los noventa, y sobre todo, aquellas de grupos que fueron “One Hit Wonders”, o sea, esos monos que tuvieron un sólo single de relativo éxito y luego desaparecieron por completo. Me tomó mucho rato acordarme de los nombres de estos temas de la época dorada de MTV (cuando uno pasaba horas pegado al televisor porque el 90% de la programación era buena, para nuestros parámetros en todo caso). Y en esa lista se encuentran Hootie & The Blowfish (como rayos una banda podía tener ese nombre), los Crash Test Dummies con esa onomatopeya llamada “MMMM MMMMM MMMM” y también Spacehog, ese grupo que se decía era la continuación de Bowie, un juicio por lo demás bastante pretencioso y errado. Definitivamente en los noventa hubo bandas grandiosas como Soundgarden, Radiohead y Nirvana, pero también estos placeres culpables, de los cuales he bajado canciones porque me recuerdan por ahí por séptimo u octavo básico.

Cirilo


Los programas que veíamos: A ver, acá hay varios, y pretendo remontarme a los primeros años, porque si hablamos de programas de cable, los Unplugged, Cuentos de La Cripta (los que daban en la noche, no los monos animados de la mañana), The Baldy Man y demases son a estas alturas de culto, y bastante interesante por lo demás. Pero es más divertido acordarse de las series como “Carrusel”…con esa temática le cagaban la infancia a medio mundo. Porque si tienes siete u ocho años, igual es freak ver una novela donde hay rollos brígidos familiares, un tipo que es discriminado de manera cruel por ser negro, un grupo de weones que se hacían llamar “La Patrulla Salvadora”, y como olvidar a Jaime Palillo, con su célebre “me hierve la cabeza” y su padre que era una mezcla (físicamente hablando) del tipo de Pimpinela y el Mago Oli.

Enrique Maluenda


El festival de la una: Esto amerita un punto aparte. Porque recuerdo cuando llegaba del colegio a la hora de almuerzo, y en una ciudad como Osorno, o veías “Éxito” con el Pollo Fuentes o esta joyita, donde regalaban Sabrosalsa Deyco, la famosa Chancaca, “platita poca pero segura” y aparecían unos personajes extrañísimos, entre ellos, números de variedades muy raros, el Mago Oli ahogándose o el notable Willy Benítez con el tarro. Tiempos aquellos…

Leono

Los Monos Animados (y sus respectivas canciones): Recuerdo cuando uno despertaba para ir al colegio, y en vez de que los canales programaran noticias, emitían unos monos que rara vez he vuelto a ver, como es el caso de “Los Mapaches”, una volada media ecologista cuya trama no me acuerdo mucho, pero había un personaje “malo” que se llamaba Cirilo Gruñón. Al mediodía, “Hitcliff”, un gato rasca que vivía en unos tarros de basura, una especie de Garfield pero más flaite, y su canción “Hitcliff Hitcliff ya llegó…”, algo así. Y cómo olvidar a los Dinoplatívolos, los Silver Hawks (son de plata, y de acero…) y los tremendos “Thundercats”…incluso sacaron una línea de juguetes, donde Leono movía uno de sus brazos sólo en forma vertical, suficiente con eso.

The Sandlot

Las películas: Uno de los clásicos de esos años es “The Sandlot”, cinta ambientada en los años sesenta, y que trata de una pandilla de amigos que jugaba béisbol hasta que un día lanzaron a un patio ajeno una pelota autografiada por Babe Ruth…y con eso se desarrollaba toda la historia. Una joya que cada vez que la repiten (comúnmente en el Film Zone) la vuelvo a ver. Y tampoco puedo dejar fuera a los estandartes de la estupidez, liderados por Chevy Chase y su saga denominada “National Lampoons”, que acá se conoció como “Vacaciones”….es imposible olvidar la primera de ellas, escenas como las de la abuela que llevaban en el techo del auto cuando se murió en el viaje, o la llegada al parque de diversiones, que finalmente estaba cerrado. Notable.


Podría seguir con esta lista, pero por ahora es suficiente. A medida que se me siga cayendo el carnet, haré otra…saludos a todos los posteadores.